martes, 13 de abril de 2010

Donde Quiera que Estoy. Esta Dios.




Dondequiera que estoy, está Dios. Estas palabras afirman la gracia y el amor divinos. Ellas proveen la seguridad de la presencia eterna de Dios y son una oración efectiva en cualquier momento que necesite sentir paz interna.

En este estado bendecido de sosiego puedo enfrentar cada día con confianza y fe. Al enfocarme en la presencia moradora de Dios, siento paz y seguridad.

Cualquier pensamiento inquietante se disipa con simplemente recordar y afirmar la verdad: Dondequiera que estoy, está Dios. Dicha afirmación me fortalece, calma mi mente y me permite abrir mi corazón a la gracia y el amor divinos. En la presencia de Dios, siento serenidad y paz

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