miércoles, 14 de abril de 2010

Yo Puedo Hacer la Diferencia




Su nombre era Mrs. Thompson. Mientras estuvo al frente de su clase
de 5o. grado, el primer día de clase lo iniciaba diciendo a los
niños una mentira. Como la mayor parte de los profesores, ella
miraba a sus alumnos y les decía que a todos los quería por igual.
Pero eso no era posible, porque ahí en la primera fila,
desparramado sobre su asiento, estaba un niño llamado Teddy Stoddard.
Mrs. Thompson había observado a Teddy desde el año anterior y había
notado que él no jugaba muy bien con otros niños, su ropa estaba muy
descuidada y constantemente necesitaba darse un buen baño. Teddy
comenzaba a ser un tanto desagradable. Llego el momento en que
Mrs.Thompson disfrutaba al marcar los trabajos de Teddy con un
marcador rojo haciendo una gran "X" y colocando un "cero" muy
llamativo en la parte superior de sus tareas.

En la escuela donde Mrs. Thompson enseñaba, le era requerido revisar
el historial de cada niño, ella dejó el expediente de Teddy para el
final. Cuando revisó su expediente, se llevó una gran sorpresa.
La Profesora de primer grado escribió: "Teddy es un niño muy
brillante con una sonrisa sin igual. Hace su trabajo de una manera
limpia y tiene muy buenos modales… es un placer tenerlo cerca".
Su profesora de segundo grado escribió: "Teddy es un excelente
estudiante, se lleva muy bien con sus compañeros, pero se nota
preocupado porque su madre tiene una enfermedad incurable y el
ambiente en su casa debe ser muy difícil".

La profesora de tercer grado escribió: "Su madre ha muerto, ha sido
muy duro para él. Trata de hacer su mejor esfuerzo, pero su padre no
muestra mucho interés y el ambiente en su casa le afectará pronto si
no se toman ciertas medidas".

Su profesora de cuarto grado escribió: "Teddy se encuentra atrasado
con respecto a sus compañeros y no muestra mucho interés en la
escuela. No tiene muchos amigos y en ocasiones duerme en clase".
Ahora Mrs. Thompson se había dado cuenta del problema y estaba
apenada con ella misma. Comenzó a sentirse peor cuando sus alumnos
le llevaron sus regalos de Navidad, envueltos con preciosos moños y
papel brillante, excepto Teddy. Su regalo estaba mal envuelto con
un papel amarillento que él había tomado de una bolsa de papel. A
Mrs. Thompson le dio pánico abrir ese regalo en medio de los otros
presentes.

Algunos niños comenzaron a reir cuando ella encontró un viejo
brazalete y un frasco de perfume con sólo un cuarto de su contenido.
Ella detuvo las burlas de los niños al exclamar lo precioso que era
el brazalete mientras se lo probaba y se colocaba un poco del
perfume en su muñeca. Teddy Stoddard se quedó ese día al final de la
clase el tiempo suficiente para decir: "Mrs. Thompson, el día de hoy
usted huele como solía oler mi mamá". Después de que el niño se fue
ella lloró por lo menos una hora.

Desde ese día, ella dejó de enseñarles a los niños aritmética, a
leer y a escribir. En lugar de eso, comenzó a "educar" a los niños.
Mrs. Thompson puso atención especial en Teddy. Conforme comenzó a
trabajar con él, su cerebro comenzó a revivir. Mientras más lo
apoyaba, el respondía más rápido. Para el final del ciclo escolar,
Teddy se había convertido en uno de los niños más aplicados de la
clase y a pesar de su mentira de que quería a todos sus alumnos por
igual, Teddy se convirtió en uno de los consentidos de la maestra.
Un año después, ella encontró una nota debajo de su puerta, era de
Teddy, diciéndole que ella había sido la mejor maestra que había
tenido en toda su vida.

Seis años después por las mismas fechas, recibió otra nota de Teddy,
ahora escribía diciéndole que había terminado la preparatoria siendo
el tercero de su clase y ella seguía siendo la mejor maestra que
había tenido en toda su vida.
Cuatro años después, recibió otra carta que decía que a pesar de que
en ocasiones las cosas fueron muy duras, se mantuvo en la escuela y
pronto se graduaría con los más altos honores. Él le reiteró a
Mrs.Thompson que seguía siendo la mejor maestra que había tenido en
toda su vida y su favorita.
Cuatro años después recibió otra carta. En esta ocasión le explicaba
que después de que concluyó su carrera, decidió viajar un poco. La
carta le explicaba que ella seguía siendo la mejor maestra que había
tenido y su favorita, pero ahora su nombre se había alargado un
poco, la carta estaba firmada por Theodore F. Stoddard, MD.
La historia no termina aquí, existe una carta más que leer, Teddy
ahora decía que había conocido a una chica con la cual iba a
casarse. Explicaba que su padre había muerto hacía un par de años y
le preguntaba a Mrs. Thompson si le gustaría ocupar en su boda el
lugar que usualmente es reservado para la madre del novio. Por
supuesto, Mrs. Thompson aceptó y adivinen…
Ella llegó usando el viejo brazalete y se aseguró de usar el perfume
que Teddy recordaba que usó su madre la última Navidad que pasaron
juntos. Se dieron un gran abrazo y el Dr. Stoddard le susurró al
oído, "Gracias Mrs.Thompson ¡por creer en mí! Muchas gracias por
hacerme sentir importante y mostrarme que yo… ¡puedo hacer la
diferencia!".
Mrs. Thompson con lágrimas en los ojos, tomó aire y dijo, "Teddy, te
equivocas, tú fuiste el que me enseñó a mí que yo puedo hacer la
diferencia. No sabía cómo educar hasta que te conoci.
Tomado de la web.

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